domingo, 25 de octubre de 2009

Sábado 05 de Diciembre

GIMNASIA CEREBRAL
Taller Teórico Vivencial

Método práctico que estimula la integración cuerpo-mente, activa el aprendizaje, la memoria, la creatividad, la autoestima y ayuda a manejar el estrés.

Dirigido a docentes y cualquier persona que desee beneficiarse de este sencillo método.

Hora: de 9:00 am a 4:00 pm
Lugar: Caracas


Dictado por: Lic. Katiuska Rodríguez
Psicopedagoga y Orientadora


Costo de la inversión: 160 Bs. F.


Mas información: (0412) 9503949
Email: adrianavgm@hotmail.com

Incluye refrigerios y certificado de asistencia

Es necesario confirmar asistencia.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Taller vivencial para padres


Sábado 25 de Abril

“Mamá, papá... Necesito límites”

· La importancia de los límites en el crecimiento de niños y adolescentes.
· ¿Cómo y para qué poner límites?

Tanto la ausencia de límites, como los límites excesivamente rígidos, tienen consecuencias negativas para el niño, generando problemas tales como: baja autoestima, desobediencia persistente, agresividad, tendencia a transgredir las normas, desconocimiento de la autoridad y dificultad para controlar sus impulsos, entre otros.

Fijar límites claros y hacerlos cumplir con amor y firmeza es una habilidad que se puede desarrollar.

Participa en este taller en el que se te brindará la información y las herramientas necesarias para proporcionar a tus hijos el suelo firme para crecer sintiéndose seguros y amados.

Dictado por: Adriana González
Psicoterapeuta Gestalt y Terapeuta en Constelaciones Familiares.

Lugar: Sede de CIEDIS, ubicada en Chacao.
Horario: de 9:30 a.m. a 2:30 p.m.
Costo: 120 Bs. F.

Incluye refrigerio y material de apoyo.

Contacto para información: (0412) 9503949
adrianavgm@hotmail.com


Es necesario confirmar asistencia. Cupos limitados

viernes, 27 de febrero de 2009

Las Crisis


Para muchas personas en nuestra cultura la crisis tiene una connotación negativa, se le asocia con caos, fracaso y calamidad; mientras que para otros, es sinónimo de oportunidad, cambio y crecimiento. Lo cierto es que a lo largo de nuestras vidas todos pasamos por ciertas crisis; algunas provocadas por los cambios propios del ciclo de la vida como la crisis de la adolescencia; y otras que surgen como consecuencia de cambios externos que tienen un impacto importante en nuestras vidas, como la ruptura de una relación o la muerte de un ser querido.

¿Qué son las crisis y cómo ocurren?

Parece ser que el cambio es lo único constante en la vida, y sin embargo no nos acostumbramos del todo a ellos, por el contrario, nos apegamos a lo conocido y a lo establecido, y esto no está mal, ya que eso es lo que nos da un sentido de estabilidad y la base para organizar nuestra existencia.

Pero cuando llega un cambio importante a nuestras vidas, desafiando nuestras estructuras y equilibrio personal, surge la crisis y nos invade la confusión, la ansiedad y el miedo, es como si nos sacudieran el suelo donde nos paramos.

Las crisis están asociadas al cambio, aunque no todo cambio genera una crisis. La crisis como tal sobreviene cuando la situación a la que nos enfrentamos sobrepasa nuestra capacidad para adaptarnos y responder utilizando nuestros recursos habituales. En otras palabras, surge algo imprevisto que se escapa de mi control y rebasa mi capacidad de respuesta al menos momentáneamente.



¿Cómo superar las crisis?

Los períodos de crisis suelen ser momentos difíciles y de mucha confusión, pero por encima de todo, son transitorios. Y aunque la tendencia en muchas personas es a evitar la experiencia, la clave para superarla sacándole el máximo provecho posible está en tomarnos el tiempo necesario para digerir la situación y confiar en nuestro potencial para superar las dificultades.
Si la situación de crisis persiste por largo tiempo y traspasa nuestros límites de tolerancia, puede convertirse en un problema mayor que afecte nuestra salud física y emocional; en este caso es importante buscar ayuda de un especialista que nos oriente en el proceso asumir las riendas nuevamente y salir adelante.

Y aunque no hay recetas ni instructivos con los pasos necesarios para superar las crisis, es importante asumirlas como oportunidades para revisarnos a nosotros mismos, redefinir nuestras prioridades, nuestros proyectos, nuestras relaciones y crecer con la experiencia.

Adriana Gonzalez M.
Terapeuta Gestalt

domingo, 4 de enero de 2009

Toda la luz…

Ese pájaro azul que quieres que te cante está
en tu propia jaula...


Esa vela, ese amarre, esos remos, ese timón
y esa brújula, que tanto buscas, están en tu propio barco...
Esas antenas con que quieres sintonizar el
mundo y oírlo palpitar, están en tu propio nido...

Ese jardín florecido que tanto deseas para
respirar está en tu propio huerto...
Ese viaje lejano que tanto aspiras para
descansar, está en tu propio pensamiento...

Esa perla blanca y nacarada que tanto te gustaría
tener, está en tus propios ideales...

Ese recuerdo que añoras y te hace vivir, está
en tu propio cofre...

Esa ilusión gigante, ese lucero que te parece
inalcanzable, está en tu propio cielo...

Y ese Dios que abarca la vida del mundo, y
tanto deseas encontrar, está en tu propio
sagrario.

¡Nada más allá de tí! ¡Toda la luz la llevas dentro!

Zenaida Bacardí de Argamasilla.







Toda búsqueda afuera implica necesariamente una búsqueda interna. Ya sea que busquemos un trabajo, una pareja, la mejor oportunidad para realizar un proyecto, la felicidad...
Comencemos el año sintonizándonos con nuestros mejores sueños y deseos y, con la certeza de que existen ya como potencialidades dentro de nosotros mismos.

Adriana González M.



domingo, 7 de diciembre de 2008

Las despedidas


Cada etapa que dejamos atrás, cada relación que llega a su fin, cada espacio que dejamos, o incluso, cada año que termina para dar paso al que sigue es un ciclo que concluye.


Cerrar ciclos es lo más natural y común en la vida de cualquier persona, y sin embargo, cómo nos cuesta a veces pasar la página y seguir adelante; sobre todo cuando se trata de despedirnos de alguna persona que ha tenido un lugar significativo en nuestras vidas.


Las despedidas pueden ser difíciles y dolorosas, a veces también, son necesarias e inevitables. A veces debemos despedirnos a pesar de nosotros mismos, y otras veces somos nosotros quienes la buscamos. Aún así siempre resulta en cierta medida dolorosa la despedida y, asumir los sentimientos que nos genera como algo legítimo es parte importante del proceso de despedida.


Pero lo que lo hace realmente difícil son los asuntos inconclusos; todas esas emociones, resentimientos y desengaños no expresados en su debido momento y que vamos guardando dentro de nosotros mismos constituyen una piedra de tranca para poder despedirnos y pasar la página. Son una especie de pesada ancla que nos impide avanzar hacia lo nuevo y relacionarnos con el otro de una manera auténtica, ya que lo no expresado permanece siempre vigente como una sombra, buscando la menor oportunidad para pasar factura.


Como yo lo veo, despedirnos y cerrar ciclos es como recoger el ancla para poder enrrumbarnos hacia nuevos horizontes. Y recogemos el ancla cuando nos preguntamos a nosotros mismos por ejemplo, ¿qué me callé que aún me hiere?, ¿qué me guardé?, ¿qué es lo que siento que esta persona me debe a mí?; tomar conciencia de todo esto y decidir cuánto tiempo más queremos permanecer atándonos a algo que ya pasó o, que esperábamos que pasara y no pasó. Tomar conciencia de lo que nos dejó esta relación, de lo que nos nutrió y poder agradecerlo es también parte de la despedida.


Entonces estaremos preparados y en condiciones para navegar en la condición que elijamos, a nuestro ritmo y dándonos el tiempo para sanar las heridas que pudieran haber quedado.


La invitación en este cierrre de año es a revisar esos asuntos inconclusos y tomar conciencia de ellos; hacer un balance de lo positivo y lo no tan positivo y de nuestra cuota de responsabilidad y elegir el rumbo que queremos navegar.


Adriana González Mellior
Terapeuta Gestalt

domingo, 19 de octubre de 2008

Taller de Crecimiento Personal

CERRANDO CICLOS


La vida consiste en cerrar ciclos, concluir capítulos, dar la vuelta a la página y, por muy buena o muy mala que haya sido, seguir adelante escribiendo nuestra historia.

Pero muchas veces el no saber cerrar un capítulo y dejar asuntos inconclusos, enturbia nuestro presente y entorpece nuestros proyectos futuros.

Te invito a participar en este taller y descubrir maneras cerrar ciclos que te permitan vivir plenamente el presente y comenzar el próximo año con nuevas perspectivas.


¿Cuándo? El sábado 29 de Noviembre de 2008
De 9:30 a.m. a 2:30 p.m.
¿Dónde? En la sede de CIEDIS, Chacao.
Costo: 150 Bs. F.

Dictado por: Adriana González
Terapeuta Gestalt.

Contacto para información: (0412) 9503949
adrianavgm@hotmail.com

martes, 2 de septiembre de 2008

CONFLICTOS Y POLARIDADES

Problema, dificultad, enfrentamiento, tensión, son algunas palabras que fácilmente podemos asociar al CONFLICTO. Sin embargo no siempre es así. El conflicto manejado con inteligencia y creatividad puede ser una experiencia poderosamente enriquecedora que favorece el despliegue de nuestros recursos.

En líneas generales, el conflicto surge cuando hay una discrepancia o desacuerdo entre al menos dos personas o grupos de personas sobre un tema que es de interés para ambas y, generalmente la solución está en que cada una de las partes pueda expresarse y escuchar a la otra para llegar a un acuerdo mediante la negociación, siempre que haya respeto por la opinión del otro.

Pero, ¿qué pasa cuando el conflicto no se da entre personas, sino dentro de la persona? ¿cómo es esto de resolver conflictos internos?

Cuando el conflicto no es interpersonal sino intrapersonal la dinámica es muy similar. Nuestra personalidad está formada por fuerzas o aspectos opuestos entre sí y generalmente no somos conscientes de todos ellos, sino que algunos de estos aspectos los rechazamos en nosotros mismos y entramos en conflicto con ello.

Un ejemplo de este tipo de conflicto puede ser la persona que ante determinadas situaciones se cuestiona a sí misma por considerarse demasiado débil de carácter, o demasiado severa, o tal vez insensible o torpe…

Podría decirse que una parte de mí rechaza a la otra por considerarla inapropiada y mientras estos dos aspectos de mi personalidad no se ponen de acuerdo y siguen en conflicto los síntomas no se hacen esperar: ansiedad, confusión, irritabilidad, por mencionar algunos.

¿Cuántas veces no hemos sentido que queremos cambiar un aspecto de nosotros mismos y mientras más luchamos contra eso más difícil se pone la situación? Por ejemplo, con respecto a nuestra agresividad, o nuestra excesiva complacencia con los demás, o nuestra obsesión por el control.

Pues al igual que con los conflictos interpersonales, la solución no está en anular al otro, o en sacarlo del juego, sino en que cada uno pueda expresarse y obrar como colaboradores más que como rivales.

Gracias al conflicto puedo tomar conciencia de los diferentes aspectos de mi personalidad, reconociéndolos y legitimándolos como parte integral de mí mismo. Por lo tanto, si hay una parte de mí que quiero cambiar, lo mejor que puedo hacer es entrar en contacto con ella, conocerla mejor y descubrir para qué me sirve.

En este caso, la palabra clave en reconocer. Reconocer cada cualidad o característica de mi personalidad, y tomar conciencia de que a veces puedo ser tierna y a veces dura, dependiendo de las circunstancias, o que en ocasiones puedo ser firme y en otras puedo ser flexible, de acuerdo a mi conveniencia.

En síntesis, el conflicto se da cuando niego o rechazo algún aspecto de mi propia personalidad. Pero al mismo tiempo me brinda la posibilidad de ver qué es lo que estoy rechazando de mi mismo para poder reconocerlo y convertirlo en una fortaleza más que en un motivo de malestar y frustración.

Adriana González M.
Terapeuta Gestalt