viernes, 27 de febrero de 2009

Las Crisis


Para muchas personas en nuestra cultura la crisis tiene una connotación negativa, se le asocia con caos, fracaso y calamidad; mientras que para otros, es sinónimo de oportunidad, cambio y crecimiento. Lo cierto es que a lo largo de nuestras vidas todos pasamos por ciertas crisis; algunas provocadas por los cambios propios del ciclo de la vida como la crisis de la adolescencia; y otras que surgen como consecuencia de cambios externos que tienen un impacto importante en nuestras vidas, como la ruptura de una relación o la muerte de un ser querido.

¿Qué son las crisis y cómo ocurren?

Parece ser que el cambio es lo único constante en la vida, y sin embargo no nos acostumbramos del todo a ellos, por el contrario, nos apegamos a lo conocido y a lo establecido, y esto no está mal, ya que eso es lo que nos da un sentido de estabilidad y la base para organizar nuestra existencia.

Pero cuando llega un cambio importante a nuestras vidas, desafiando nuestras estructuras y equilibrio personal, surge la crisis y nos invade la confusión, la ansiedad y el miedo, es como si nos sacudieran el suelo donde nos paramos.

Las crisis están asociadas al cambio, aunque no todo cambio genera una crisis. La crisis como tal sobreviene cuando la situación a la que nos enfrentamos sobrepasa nuestra capacidad para adaptarnos y responder utilizando nuestros recursos habituales. En otras palabras, surge algo imprevisto que se escapa de mi control y rebasa mi capacidad de respuesta al menos momentáneamente.



¿Cómo superar las crisis?

Los períodos de crisis suelen ser momentos difíciles y de mucha confusión, pero por encima de todo, son transitorios. Y aunque la tendencia en muchas personas es a evitar la experiencia, la clave para superarla sacándole el máximo provecho posible está en tomarnos el tiempo necesario para digerir la situación y confiar en nuestro potencial para superar las dificultades.
Si la situación de crisis persiste por largo tiempo y traspasa nuestros límites de tolerancia, puede convertirse en un problema mayor que afecte nuestra salud física y emocional; en este caso es importante buscar ayuda de un especialista que nos oriente en el proceso asumir las riendas nuevamente y salir adelante.

Y aunque no hay recetas ni instructivos con los pasos necesarios para superar las crisis, es importante asumirlas como oportunidades para revisarnos a nosotros mismos, redefinir nuestras prioridades, nuestros proyectos, nuestras relaciones y crecer con la experiencia.

Adriana Gonzalez M.
Terapeuta Gestalt