“El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices.”
Friedrich Nietzsche (filósofo alemán)
Para mí, la felicidad está asociada a un estado de satisfacción y bienestar personal que se va construyendo a través de la experiencia en lo cotidiano. Digamos que no es tanto, llegar a la cima, sino la manera como hacemos el recorrido, día a día, momento a momento.
Pero ¿de qué depende la felicidad? Este es un tema que ha generado a lo largo de los años, numerosos estudios y discusiones en el ámbito de la psicología. Sin embargo, lo único cierto, es que la felicidad no depende de nada externo, o por lo menos, no totalmente.
Tener dinero, pareja, trabajo, por ejemplo, no garantiza la felicidad, creo que eso lo hemos podido comprobar todos; por supuesto que si nuestras necesidades básicas no están satisfechas, es difícil alcanzar ese estado de bienestar tan anhelado.
Pero la felicidad va más allá, y personalmente creo que tiene que ver con varios factores.
En primer lugar, es determinante nuestra actitud ante la vida, ante el mundo y ante los problemas. No es igual la experiencia de una persona que asume la vida desde el rol de víctima o de perdedor, a una persona con una actitud positiva que ve los problemas como oportunidades para aprender y crecer, los resultados de sus acciones o falta de acciones serán muy distintos.
Por otra parte, tener un proyecto de vida y trabajar en ello, es algo que no sólo nos hace sentir útiles, sino que contribuye a aumentar nuestro sentido de satisfacción personal. No hay nada como involucrarse en una actividad que nos motive y nos impulse cada día, como tener una meta o un sueño que realizar.
Recuerda la felicidad se construye día a día, y depende de nosotros y no de la suerte o del destino. Tal vez no seamos felices los 365 días del año, pues la vida tiene sus matices, sus altos y sus bajos; pero sí es posible aprender una actitud más positiva y realista respecto a esos matices.
Algunas sugerencias para recorrer el camino de la felicidad:
Cultiva la amistad.
De vez en cuando, entra en contacto con la naturaleza.
Haz alguna actividad física de tu preferencia.
Diviértete.
Consiéntete.
Asume un reto.
Aprende algo nuevo, como bailar o cocinar un plato nuevo.
Y sobre todo, vive el aquí y ahora.
Friedrich Nietzsche (filósofo alemán)
Para mí, la felicidad está asociada a un estado de satisfacción y bienestar personal que se va construyendo a través de la experiencia en lo cotidiano. Digamos que no es tanto, llegar a la cima, sino la manera como hacemos el recorrido, día a día, momento a momento.
Pero ¿de qué depende la felicidad? Este es un tema que ha generado a lo largo de los años, numerosos estudios y discusiones en el ámbito de la psicología. Sin embargo, lo único cierto, es que la felicidad no depende de nada externo, o por lo menos, no totalmente.
Tener dinero, pareja, trabajo, por ejemplo, no garantiza la felicidad, creo que eso lo hemos podido comprobar todos; por supuesto que si nuestras necesidades básicas no están satisfechas, es difícil alcanzar ese estado de bienestar tan anhelado.
Pero la felicidad va más allá, y personalmente creo que tiene que ver con varios factores.
En primer lugar, es determinante nuestra actitud ante la vida, ante el mundo y ante los problemas. No es igual la experiencia de una persona que asume la vida desde el rol de víctima o de perdedor, a una persona con una actitud positiva que ve los problemas como oportunidades para aprender y crecer, los resultados de sus acciones o falta de acciones serán muy distintos.
Por otra parte, tener un proyecto de vida y trabajar en ello, es algo que no sólo nos hace sentir útiles, sino que contribuye a aumentar nuestro sentido de satisfacción personal. No hay nada como involucrarse en una actividad que nos motive y nos impulse cada día, como tener una meta o un sueño que realizar.
Recuerda la felicidad se construye día a día, y depende de nosotros y no de la suerte o del destino. Tal vez no seamos felices los 365 días del año, pues la vida tiene sus matices, sus altos y sus bajos; pero sí es posible aprender una actitud más positiva y realista respecto a esos matices.
Algunas sugerencias para recorrer el camino de la felicidad:
Cultiva la amistad.
De vez en cuando, entra en contacto con la naturaleza.
Haz alguna actividad física de tu preferencia.
Diviértete.
Consiéntete.
Asume un reto.
Aprende algo nuevo, como bailar o cocinar un plato nuevo.
Y sobre todo, vive el aquí y ahora.
2 comentarios:
hola amiga soy elsy estoy muy feliz porque se que para ti a sido dificil estar donde estas ahora por eso quiero decirte que te quiero como a una hermana y que contigo conoci el valor de una amistad gracias por todo
hola.
Me agrada tu pagina.
Yo acabo de terminar mi
estudio y tambien soy terapeuta Gestalt. espero poder seguir
leyendote.
un abrazo y exitos.
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